Subimos por la muralla y caminando y subiendo llegamos a la Torre de Espantaperros. ¡Qué divertido subir por esas escaleritas y ver donde vivían los soldados de entonces!
Seguimos recorriendo la muralla con mucho cuidado, puesto que ya nos han explicado que estos lugares son fascinantes, pero que también hay que tener mucha precaución y por lo tanto hay que estar muy atentos. Como estamos muy altos, pudimos ver casi toda nuestra ciudad.¡qué vistas tenían los habitantes del castillo!
Y ya el estómago nos recuerda que es la hora de merendar, así que emprendemos la vuelta al cole, no sin antes hacernos una foto todos juntos en la Plaza Alta, qué en aquella época era muy importante.
¡Qué guapos estamos todos!
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